Unas cosas

Está increíble cómo se da este fenómeno de la especialización en todo. Por ejemplo en la televisión, existe el canal de automóvil, el canal católico, el canal del Gourmet, el de cómo decorar y mejorar tu casa... En revistas es igual, hay revistas de emos, de diseño de interiores, de relojes, de tips para creación de páginas web... Y ahora se está dando algo aún más extremo, los Blogs. Ya deben saber que unos de mis pasatiempos que más me consumen tiempo es el estar conociendo nuevo Blogs. Sucede que lo más bizarro que me he encontrado esta semana fue una señora que te lee el tarot por medio de los comments de tu blog y el de uno que colecciona modelos de los más diversos tipos de sandalias o chancletas. El caso es que en este último leí una descripción muy buena que me hizo recordar que yo nunca me había animado a hacer una y al final me animé a hacerla. Ha sido mi primer intento.

Otra cosa que he hecho en estos días de vacaciones que estoy gastando en Cuernavaca es leer, como lo hacía en los viejos tiempos. Leí El llano en llamas de Juan Rulfo, es un buen libro, aunque en general no me gusta leer cuentos pequeños y menos tantos en poco tiempo, porque mi Alzheimer me hace que olvide la mitad de los cuentos. En cambio en la novelas, ya después de 300 hojas ya está más difícil que olvide la mayoría de las cosas. El caso es que leí El llano en llamas, tal vez porque me fascinó Pedro Páramo o tal vez porque era el primer libro que vi en el cuarto de mi roomie, pero al final me gustó. Sólo me queda la impresión de que Rulfo les dio con todo a los mexicanos de pueblo que protagonizaron los diez y siete cuentos que incluye el libro. Sabemos que sí son un poco sensillos en su manera de ser y de pensar, pero Rulfo no los defendió en uno solo, tal vez en el último, en el de El niño Anacleto. En ése, cada quien tuvo su carácter fuerte y acabo haciendo lo que quiso en ese momento y durante su vida. Lo recomiendo mucho.